La piel de los pies suele recibir el menor cuidado. Muchas mujeres gastan mucho tiempo y dinero en el cuidado de la cara y las manos, y la atención a los pies se limita solo a la higiene. Pero con el advenimiento de la temporada de zapatos abiertos, comienza una búsqueda caótica de un maestro milagroso, quien en una sesión hará “dulces” con la piel descuidada de las piernas.

El cuidado regular de la piel de los pies aliviará estas dificultades y gastos innecesarios. Especialmente cuando consideras que ella no necesita tanto: limpieza completa, suavizante y nutrición.